El famoso guionista Juan Díaz Canales (Blacksad, Corto Maltés. Bajo el sol de medianoche) se atreve como autor completo en su obra más personal hasta la fecha, un relato en clave de serie negra con toques sociales, ambientado en Madrid, que plantea una reflexión sobre la vida y la muerte.
¿Estará este cómic a la altura de sus otros trabajos que le han valido tantos premios y reconocimientos?
A sus 83 años, Niceto tiene muy pocos alicientes para levantarse cada mañana. Junto al pequeño grupo de sus octogenarios amigos, decide ponerle un poco de sal a su rutinaria existencia dedicándose al menudeo y al tráfico de mercancías robadas. Lo que empieza casi como un pasatiempo se torna inesperadamente en tragedia cuando los compañeros de Niceto comienzan a aparecer muertos en extrañas y violentas circunstancias.
Este es el punto de partida del primer cómic en el que Díaz Canales no solo está al guión, sino que además demuestra que es un muy buen dibujante. La verdad es que no me encuentro entre los admiradores del guionista madrileño; siempre he pensado que sus guiones eran bastante flojos, pero al rodearse de grandes dibujantes (Juanjo Guarnido o José Luis Munuera) parecían mejor de lo que realmente eran. De hecho, dejé de leer Blacksad porque sus historias me parecían demasiado anodinas y trilladas (aquí probablemente haya ganado unos pocos detractores). Por lo tanto, al ver que se estrenaba como autor completo con este Como viaja el agua, tenía sentimientos encontrados: por un lado, era algo reacio por lo dicho anteriormente, pero por otro, tenía la sensación que a lo mejor se ha reservado su mejor guión para dibujarlo él mismo. Puedo adelantar que desde mi punto de vista ha pasado esto último.
Este año se ha puesto de moda en el mundo del cómic historias con protagonistas de edad avanzada. Cabe recordar la premiada en Angoulême Los viejos hornos (reseñado AQUÍ) o la no menos buena Presas fáciles de Miguelanxo Prado (reseñada AQUÍ), por lo que este Como viaja el agua podemos incluirlo junto a las obras mencionadas en cuanto a calidad. La historia tiene un muy buen arranque y un buen avance hasta llegar a un final a la altura. Además, el desarrollo de personajes lo veo sobresaliente. En definitiva, que me ha parecido una obra bastante redonda y recomendable, y ha servido para cambiar mi opinión sobre su autor, al que volveré a seguir de aquí en adelante.
En cuanto al dibujo, Canales me ha sorprendido gratamente, sacando mucho partido al blanco y negro al crear una atmósfera de género negro que le viene al dedillo al cómic. Además, conforme vayamos pasando las páginas iremos recorriendo la ciudad de Madrid, visitando el parque del Retiro, el Teatro Real, la Catedral de La Almudena, el puente de Toledo o el monumento del Ángel Caído, entre otros lugares y calles reconocibles.
Concluyendo, Como viaja el agua es un cómic personal y bastante redondo que toca varios géneros sin poder encasillarlo claramente en ninguno. En cuanto a la edición de Astiberri, es otro motivo más para no dejarlo pasar: tapa dura, con una portada que entra por la vista y a un precio muy ajustado, así que no me queda otra que recomendarlo porque creo no va a defraudar a nadie (ni siquiera a sus detractores...).