Han pasado años desde que disfruté del segundo número de Atlas & Axis y tenía muchísimas ganas de saber cómo continuaría esta particular historia canina, así que...
¿Ha merecido la pena la espera?
Fue allá por 2013 cuando salía el segundo número de la saga de Pau (reseñada AQUÍ) y, aunque ha llovido mucho desde aquello, no me había olvidado de esta aventura. De tono claramente juvenil, aunque con más de un mensaje y crítica social subliminal, su autor escogía una aventura antropomórfica para contarnos las andanzas de una particular pareja de perros, cuyos nombres les vienen por los propios canes del artista, por el mundo de Escápula.
Con un tono que alterna entre lo tierno y lo violento, lo sarcástico y lo inocentón, el artista mallorquín aborda este tercer número con una batalla campal muy al estilo El abismo de Helm, que mantiene entretenidos a nuestros protagonistas hasta bien entrado el tomo. Sin embargo, su habilidad, unos encuentros fortuitos y, por qué no decirlo, la divina providencia harán de su incursión a la isla de los makas una persecución continua.
Pese a dicha apariencia frenética, este tercer cómic me ha parecido un poco falto de fondo, en tanto en cuanto el camino de nuestros héroes no avanza gran cosa; es más, lo que avanza lo hace casi por "casualidad". Esto no significa que el álbum no sea entretenido, pero es sin duda el tomo más flojo hasta el momento. Si aún te acuerdas, en el segundo álbum Pau también "se iba por las ramas" y nos acababa contando una curiosa "teoría de las especies", pero yo soy de los que piensan que dicho relato estaba bien integrado alrededor de la trama principal; sin embargo, en este volumen ese "cóctel" ha quedado muy descompensado del lado de las aventuras secundarias.
Dicho esto, también te digo que es un escollo que creo se solventará con el tiempo, y es que cuando la saga esté terminada (si mal no recuerdo, solo falta un cómic) una lectura de seguido pasará por encima de estas apreciaciones. Digamos que aquí ha pasado como en Los Campbell 3: un contenido algo más escueto, sumado a la eterna espera, te deja en manos de un lector (siempre subjetivo) algo más exigente que de costumbre que necesita tener la sensación de que el tiempo ha merecido la pena.
La lectura enriquece el alma,
Dicho esto, también te digo que es un escollo que creo se solventará con el tiempo, y es que cuando la saga esté terminada (si mal no recuerdo, solo falta un cómic) una lectura de seguido pasará por encima de estas apreciaciones. Digamos que aquí ha pasado como en Los Campbell 3: un contenido algo más escueto, sumado a la eterna espera, te deja en manos de un lector (siempre subjetivo) algo más exigente que de costumbre que necesita tener la sensación de que el tiempo ha merecido la pena.
La lectura enriquece el alma,