Emma Ríos es una artista con un estilo tan propio que hace destacar cualquier obra en la que se implique; sus trabajos en el Doctor Extraño , Hexed o en la magnífica Bella Muerte (reseñado AQUÍ) son claros ejemplos de ello. Un estilo que a pesar de tener una nada ocultada influencia del manga, nos presenta un dibujo muy alejado del amerimanga y con unas composiciones de página muy elaboradas, que aportan gran dinamismo a la narración.
Esta obra fue publicada en la revista Island, perteneciente al sello Image. Island tiene el formato de las antologías de historietas que tan conocido es en Europa, pero que en los Estados Unidos, tradicionalmente, no ha tenido mucho éxito. Este cómic parece ser la excepción que confirma la regla, ya que actualmente está anunciado el onceavo número, que se publicará en septiembre de este año.
Una vez situados, vamos a meternos con la obra que nos ocupa. I.D. transcurre en… bueno, en realidad podemos suponer que es el futuro, aunque en verdad no se nos da fecha y ni siquiera sabemos si sería nuestro futuro (esta inconcreción es una de las características de la obra). A lo que iba, I.D. nos plantea un mundo en el que los trasplantes de cuerpo son posibles, un hecho que nuestros tres protagonistas ven como una solución a sus problemas vitales.
Noa es un hombre atrapado en un cuerpo de mujer, Miguel lo ve como una huida hacia delante y Charlotte… ella simplemente está aburrida de su vida. Estos son los planteamientos iniciales de los protagonistas de la historia y Emma nos irá introduciendo en cada uno de ellos para que exploremos sus motivaciones, haciéndonos partícipes de las mismas y, sin darnos cuenta, obligándonos a discernir entre si lo que nos cuentan es la verdad o nos ocultan algo.
Además de los personajes, otro punto importante es el mundo que los rodea. Mediante pinceladas, Emma nos muestra un futuro distópico en el que el espacio ya no es una frontera tan lejana y el que conflictos sociales han adquirido una magnitud incontrolable. El tema es que esas pinceladas nos dejan un poco a medias, con la miel en los labios, haciendo que queramos saber más, sobre todo cuando llegamos a la última página, donde pega un último brochazo que te deja con un ansia terrible y con una terrible necesidad de saber más.
Lo primero que destaca de este cómic es la magnífica portada, que Emma realizó para el recopilatorio, en la que, sobre un impoluto fondo blanco, vemos como las ramas de un árbol se van convirtiendo en neuronas. Os animo a especular sobre el significado de la misma, yo tengo mi propia teoría…. Además de vestir magníficamente la obra, esta portada te introduce en lo que vas a ver en el interior, ya que Emma ha sustituido la tradicional escala de grises por una de rojos. Es curioso el efecto que este cambio produce, el rojo le da una mayor intensidad, remarcando las expresiones de los personajes y dando una mayor carga dramática al mundo que los rodea.
Making of de la portada, facilitada por Emma Ríos |
Astiberri nos presenta este tebeo con la calidad a la que nos tiene acostumbrados, 80 páginas en encuadernación cartoné con lomo plano, al igual que hizo con Bella Muerte, a un precio de 14 euros.
Esta es una obra que anima a la reflexión, hace que te plantees qué harías en el caso de que tuvieras la oportunidad que tienen nuestros protagonistas, ¿estás satisfecho con cómo eres, con cómo es tu vida? ¿hasta dónde llegarías por cambiar? Estas dudas son una parte inseparable de la naturaleza humana.
Espero que disfrutéis de una buena lectura, nos leemos... o no...