Norma editorial se ha propuesto traernos todas las colaboraciones que estos geniales autores llevaron a cabo a finales del siglo pasado. Si el año pasado ya pudimos disfrutar de Boca de Diablo (que reseñamos oportunamente por aquí), este año ya han publicado dos obras: esta La mujer del mago (a la que dedicamos esta entrada), y recientemente también nos ha llegado Little Tulip (que reseñaremos dentro de poco).
Pasamos a relatar si esta pareja de autores mantienen el alto nivel que demostraron con Boca de Diablo o, por el contrario, se han desinflado.
La mujer del mago es un relato onírico donde la realidad se mezcla con la fantasía. La joven Rita no podrá alejarse de su propia bestia interior ni de los fantasmas del pasado que le acechan, la atracción de la magia es demasiado fuerte.
Si en Boca de Diablo estábamos ante un relato de espionaje ambientado en la guerra fría, esta vez los autores cambian totalmente de registro, aunque mantienen el mismo tono melancólico y nostálgico. Tampoco penséis que estamos ante el típico relato de fantasmas del pasado y miedos interiores, sino que Charyn introduce una trama de asesinatos (y algo más) que forman un conjunto bastante curioso.
Pero si en algo sobresale la obra y consigue transmitirnos todas las sensaciones que pretendía el guionista, es en el magnífico dibujo de François Boucq. Creo que lo he dicho en más de una ocasión, y aprovecho este cómic para volver a repetirme: Boucq es uno de los mejores dibujantes que ha dado este medio sin ninguna duda, y a la altura de pesos tan pesados como Moebius o Enki Bilal (aunque por unas cosas o por otras no ha gozado de tanta fama como los nombrados). Cada viñeta parece un cuadro, lleno de líneas y colores. Las expresiones dibujadas por el autor rozan lo enfermizo por tanto detalle y los paisajes urbanos son un auténtico deleite para el espectador.
En definitiva, La mujer del mago es un cómic notable que el dibujo de Boucq eleva al sobresaliente. La verdad es que la trama de Boca de Diablo me gustó más, pero aún así se agradece el cambio de registro y el atrevimiento por parte de los autores a la hora de componer una historia que se puede encajar en tantos géneros y en ninguno a la vez. En cuanto a la edición de Norma, es la misma que la utilizada en Boca de Diablo: tamaño álbum europeo y tapa dura, aunque mantiene el precio del anterior cuando este tenía más páginas. En fin, cosas que pasan.