Norma se está acostumbrando a sacar cada verano un tomo autoconclusivo de ciencia ficción. Si el año pasado pudimos disfrutar del más que recomendable Diluvio (reseñado AQUÍ), este año le llega el turno a Horlemonde, una aventura espacial que con solo ojear sus páginas nos resultará atractiva, aunque tendremos una duda: ¿estará este Horlemonde a la altura del mencionado Diluvio?
La sinopsis del cómic que nos trae hoy por aquí es la siguiente: Hubo un tiempo en que la especie humana se lanzó a la conquista de mundos inimaginables. Los planetas que conservaron la memoria se aliaron en la cofradía de los mundos habitados. Pero la colonización sucedió hace tanto, que muchos otros olvidaron sus orígenes y cayeron en sistemas de gobierno arcaico, los denominados "mundos retro". Marcé, el mejor agente de la CMR, debe cumplir una nueva misión: ayudar a que el mundo retro Almagiel deje atrás su sistema esclavista y tomar el control del bajimonte, un cereal con propiedades extraordinarias.
Horlemonde adapta dos novelas clásicas francesas de ciencia ficción: "Les voies d´Amagiel" y la que da título al cómic "Horlemonde", ambas escritas por Gillies Thomas. Al ser una adaptación de novelas, nos hace suponer que estamos ante una historia con "chicha" y no ante un cómic plano de guión. Y la verdad es que la idea principal está bien, mezclando elementos de la space-opera, fantasía y aventuras con toques de ciencia ficción, con situaciones que nos recordará a uno de los grandes referentes como es Dune. Aunque, por otro lado, al adaptar dos novelas en apenas 100 páginas se corre el riesgo de querer contar demasiadas cosas en perjuicio de un buen desarrollo de los personajes y darle demasiada velocidad a la trama...
En cuanto al dibujo, decir que Peyraverney consigue transportarnos a estos mundos imaginarios, gracias a la cantidad de detalles que hay en cada viñeta y al buen diseño de todas las criaturas y objetos que aparecen en la obra. El dibujo nos recordará bastante al de Gimenez en La casta de los metabarones, del que creo ha tomado bastante influencia. Me gustaría también mencionar la excelente portada, uno de los elementos claves para que esta obra no pase inadvertida.
En definitiva, Horlemonde me parece un buen cómic que podría haber estado mejor. Me ha gustado pero no me ha entusiasmado, y con la temática y el dibujo estaba bastante predispuesto a que sucediera esto último, pero la historia y los personajes no han conseguido alcanzar ese punto. En cuanto a la edición de Norma, nada que objetar, salvo que podrían haber incluido algún extra, puesto que ni se hace mención a las novelas ni al autor. Al principio de la reseña comparábamos esta obra con Diluvio, así que para terminar solo decir que entre ambas me quedo con este último, aunque creo que Horlemonde es una entretenida lectura que gustará a todos los amantes de la ciencia ficción.
