Una vez más nos encontramos ante una serie nueva de autores españoles pero que nos viene del país vecino. A poco que ojeemos el álbum comprobaremos que estamos ante una de las apuestas gráficas más potentes de la actualidad, con un dibujo que llena las páginas y que nos costará resistirnos a no llevárnoslo a casa. La duda que nos surge es la siguiente: ¿está la historia al nivel de tan majestuoso dibujo?
La historia del tebeo es la siguiente: Francia, 1565. Hace una década que el médico y astrólogo Nostradamus publicó Las profecías. Desde entonces, su reputación no ha parado de crecer. El maestro recibe numerosas cartas solicitándole su ayuda en asuntos que escapan a la razón, pero su edad avanzada y su salud frágil no le permiten responder a esas demandas. Sus tres jóvenes discípulos, Ar-thus Trivium, Angélique Obscura y Angulus Dante, viajarán en su nombre por el país para ocuparse de los enigmas que ni la religión ni la ciencia pueden resolver.
Partimos de una época histórica concreta y con un personaje real, del que hemos leido mucho pero del que poco conocemos, por lo que por un lado queremos saber cómo maneja el autor estos elementos, pero por otro estamos algo recelosos porque este planteamiento tan curioso es fácil que se vaya de las manos y encontrarnos una especie de novela de Dan Brown pero en cómic, algo que a mi no me haría ninguna ilusión.
Antes de decir si recomiendo o no el cómic voy a hablar algo de los autores. Por un lado, Raule no es un desconocido por aquí, y ya hemos visto otros trabajos suyos como Isabellae (4 álbumes que nos ha traido Norma Editorial) y Jazz Maynard (5 álbumes que ha publicado Diábolo Ediciones). Ambas series gozan de muy buenas críticas, pero ha sido este Arthus Trivium mi primera aproximación al autor. En cuanto al dibujante, Juan Luis Landa goza de menos reconocimiento y sólo podríamos mencionar El ciclo de Irati, aunque vamos a tener que seguirlo muy de cerca a partir de ahora. La verdad es que en este cómic se luce, con un dibujo y un uso del color espectacular, siendo realista cuando tiene que serlo y dándole un toque caricaturesco en la dosis perfecta.
Una vez leido este primer número solo puedo destacar la buena sensación que me ha producido la obra, y lo bien que Raule introduce todos los elementos. Estamos ante el arranque de la trama y la presentación de los personajes, por lo que habrá que esperar al segundo número para confirmar esta buena impresión.
