Os voy a ser sincero, no sé explicarlo, pero esta serie había pasado por debajo del radar y no es hasta ahora, que ha salido el cuarto tomo en España, que me he dado cuenta que no se había reseñado en este vuestro blog, un imperdonable fallo que un servidor pretende solucionar.
Esta historia, publicada originalmente por Image, surge de la omnipresente y ultra productiva mente de Rick Remender, que sigue ahondando en la ciencia ficción, género en el que, indudablemente, se encuentra muy cómodo. Remender nos plantea una historia en la que destaca más el continente que el contenido. En el fondo no deja de ser una vuelta de tuerca más el subgénero de los viajes dimensionales; de hecho, instantáneamente me recordó a la serie Salto al infinito (Sliders en el original) que en finales de los 90 nos planteaba el mismo principio base aunque con un desarrollo totalmente diferente.
Remender nos presenta a Grant McKay, líder de la Liga Anarquista de Científicos, que junto a su equipo desarrollará “El Pilar”, un artefacto que permite romper las barreras de la realidad para acceder a otras dimensiones y que, haciendo honor a su nombre, se convierte en la columna vertebral de la historia. El problema viene cuando la primera prueba sufre un sabotaje y todo se vuelve muy loco, ya que, los que en este momento vemos que van a ser nuestros protagonistas, se ven arrastrados a una sucesión de viajes dimensionales sin un destino claro y con la esperanza de poder llegar a casa como única guía.
En este momento podemos decir que la historia adquiere dos puntos focales, por un lado tenemos las nuevas dimensiones por las que los protagonistas van pasando y por otro a los propios personajes y como cada suceso les afecta. Remender se ha encargado de proponernos unos actores con unas personalidades tan dispares que le garantizan cualquier línea de exploración, presentándolos mediante pequeños flashback justo en el momento necesario para asegurarse de que quede bien claro el porqué de sus acciones y, sobre todo, cómo le puede afectar cada nuevo salto. Sobre las dimensiones que han visitado en estos cuatro tomos podría hablar largo y tendido pero… creo que descubrirlas es una parte muy interesante de la trama, por lo que hacerlo aquí sería bordear el delito capital.
El apartado gráfico está defendido por Matteo Scalera al dibujo y Dean White completándolo con el color. Matteo Scalera es un dibujante con mucha personalidad tanto en persona como a la hora de dibujar, con un trazo firme, duro y anguloso que confiere a su arte un aire pulp, que le viene magníficamente al guión de Remender, con un gran derroche en la numerosas splash pages, que es también donde el magnífico trabajo de Dean While hace que los colores traspasen la viñeta y te rodeen, introduciéndote en cada nueva dimensión con una genial elección de paletas. En los momentos de acción Scalera nos presenta muchos planos medios donde puede mostrarnos las expresiones, algunas veces rozando la exageración, de los personajes para darle más fuerza y, de paso, explorar un poco más su personalidad.
La edición de Norma es la habitual en rústica, con portada a doble brillo (lo que les ha traido algún problemilla) y con una media en los cuatro tomos que han llegado a España de 130 páginas y 17 euros. Cada tomo está completado con unos pequeños extras que redondean un poco la edición.
Remender ya es un viejo conocido, por lo que sabemos perfectamente la calidad que tiene y más junto al tándem Matteo Scalera y Dean White. No os voy a negar que el tomo dos me pareció un poco flojo y que, en general, es una historia con altibajos, aunque es cierto que estos vienen dados por una observación subjetiva, ya que cada dimensión e incluso cada personaje producen sensaciones diferentes en cada lector, lo que no evita que sea un viaje interesante y que soporte muy bien una segunda y tercera relectura. En resumen, si eres un amante de la ciencia ficción no puedes dejar pasar esta obra.
Espero que disfrutéis de una buena lectura, nos leemos... o no...