El segundo número de Elfos vino pisando fuerte el pasado año, y es que parece ser que Yermo Ediciones ha encontrado en esta saga -este universo, mejor dicho- su gran adalid del género fantástico, más aún habiendo "anunciado" este año que también van a publicar Nains (Enanos), uno de sus spin off.
En este segundo número de Elfos se nos dan a conocer otras dos facciones del universo creado por Jean-luc Istin y Nicolas Jarry, los elfos blancos y los semielfos (recuerda que en el primer número conocimos a los elfos azules y a los elfos silvanos).
Los elfos blancos parecen ser un tribu aislada del resto, que pretende seguir manteniendo su estatus y paradero desconocido. Sin embargo, nuestro protagonista, Fall, un aprendiz de explorador, recorrerá medio mundo dispuesto a darle caza a uno de los últimos ejemplares de dragones blancos del mundo, sin saber que esta empresa traerá consigo grandes desgracias a su pueblo.
Por otro lado, los semielfos se nos presentan como una raza tan temida como odiada. Fruto de la unión entre humanos y elfos, esta facción no tiene patria ni bandera, ni es querida en ninguna parte; al menos, no hasta que se cumpla aquella profecía que reza sobre un elegido que liderará al pueblo de los semielfos hacia la Tierra prometida -sí, esto es muy rollo Moisés-.
Peru, Bileau y Merli es el trío encargado de la primera historia, mientras que Corbeyran, Bordier y Digikore Studios lo son del cuarto álbum y último que recopila este segundo integral.
Ambos grupos artísticos rinden a un buen nivel, elaborando un par de historias entretenidas y que guardan tras de sí esa esencia cruel que empieza a caracterizar a este universo frente a otros fantásticos, como el de Troy. Aún así, todavía me sigue quedando la sensación de no haber dado con una historia totalmente redonda de Elfos. ¡Espero encontrarla pronto, porque el entretenimiento con estos "orejas puntiagudas" está más que asegurado!
La lectura enriquece el alma,
