Este tomo se convirtió en una compra fija porque aunaba varios factores que de por sí y de forma individual ya llevaban consigo su adquisición. En primer lugar estamos ante una obra dibujada por Juan Giménez, motivo suficiente para llamar la atención de cualquier tebeo. En segundo lugar Segmentos es un cómic de ciencia ficción que reúne los tres álbumes originales, por lo que en el tomo tenemos la historia al completo. Y por último la edición de Norma es una preciosidad, como ya nos tiene acostumbrados por otra parte, y esta vez no se ha pasado con el precio. Con todos estos ingredientes muy mal tiene que ir la cosa como para que no estemos ante un cómic destacado.
Vamos a hablar de su argumento, la nota de la editorial dice así: Siglo XXVII de la era galáctica. Los conflictos han desaparecido al agrupar a los seres humanos en siete planetas según su personalidad. Aun así, los guías inmortales están inquietos: una epidemia de infertilidad amenaza con liquidar a la Humanidad. En este contexto, el indolente Loth y la sensual Jezréel se cruzan en el Tribunal, donde intentarán escapar de sus injustas condenas y unirse a los rebeldes…
El argumento no es algo 100% original, sino que veremos en él características que nos recordarán a clásicos de la ciencia ficción, como los viajes espaciales, la formación de una sociedad utópica y la idea de un elegido y una profecía. El planteamiento de la aventura me parece sobresaliente, estando a la altura de todos los clásicos de la ciencia ficción de los que toma ideas y a los que homenajea. El único pero que le pongo es que esta historia daría para bastante más de los tres álbumes que forman la totalidad. Por lo que en su tramo final observamos cierta precipitación en el devenir de los acontecimientos, asistiendo a un final que tal vez no esté a la altura del viaje propuesto por los autores.
El argumento no es algo 100% original, sino que veremos en él características que nos recordarán a clásicos de la ciencia ficción, como los viajes espaciales, la formación de una sociedad utópica y la idea de un elegido y una profecía. El planteamiento de la aventura me parece sobresaliente, estando a la altura de todos los clásicos de la ciencia ficción de los que toma ideas y a los que homenajea. El único pero que le pongo es que esta historia daría para bastante más de los tres álbumes que forman la totalidad. Por lo que en su tramo final observamos cierta precipitación en el devenir de los acontecimientos, asistiendo a un final que tal vez no esté a la altura del viaje propuesto por los autores.
En cuanto al dibujo de Giménez nos da exactamente lo que esperamos del autor, y a un tamaño que le viene al dedillo. Estamos ante una obra bellamente dibujada, en la que las viñetas crean un universo perfectamente distinguible, y eso lo consigue desde las primeras páginas. El dibujante está al mismo nivel que en otras obras suyas como La casta de los Metabarones, para que os hagáis una idea.
En definitiva, todos los amantes de la ciencia ficción encontraremos en Segmentos todo lo que buscamos en este tipo de obras. Con una historia que daba para mucho más y que se nos hará muy corta, siendo este el mejor defecto que se puede decir de cualquier cómic.
