¿Es solo cosa mía, o Atlas & Axis es otra de esas sagas de las que debería haber noticias nuevas todos los años?
Reconozco que su lectura es amena, casi fugaz y por momentos escueta pero, ¿por qué todo lo bueno tiene que ser tan complicado siempre?
Pues sí, amigos. No me voy a marcar otra reseña "fases del duelo" como con Okko, aunque bien podría hacerlo salvando las obvias distancias conceptuales que existen entre ambas sagas.
Recuerdo que Atlas & Axis empezó a acompañarme las navidades en las que Dibbuks publicó el segundo número, y vaya si sufrí esperando por el tercero. Menos mal, la espera de este último número ha sido bastante más breve y llevadera, en parte por algo que ya expliqué en la reseña del tercer número y que voy a resumir muy brevemente aquí: los dos primeros álbumes fueron para enmarcar, originales, desenfadados, juveniles pero no exentos de su punto social y creativos. El listón estaba muy alto y, desgraciadamente, el tercero no alcanzó ni por asomo a sus hermanos mayores, apaciguando esa sensación "on fire" que rondaba por mi mente. Estoy seguro que parte de la culpa -no toda, por supuesto- la tuvo la inevitable espera cuando hablamos de este tipo de álbumes, cuya rapidísima lectura actúa de arma de doble filo, puesto que una lectura de poco más de 30 minutos ha de calmar el ansia acumulada de más de un año. Difícil no, lo siguiente.
Dicho esto, centrémonos en lo que te ha hecho venir aquí. Vuelve a tocarnos decir adiós, y esta vez lo hacemos con una aventura que empezó espectacular, siguió demostrando las agradables ocurrencias de su autor, se ralentizó y, por último, nos ofrece un poquito de relleno previo a la fase final, una fase que recupera la creatividad original y cierra la historia de un modo tan sorprendente como divertido y... ¿demasiado inesperado?
Pau finaliza su Atlas & Axis como solo él podría haber pensado y, si bien algunas tramas secundarias quedan cerradas de un modo un tanto brusco y otras tan solo se exponen con una más que evidente finalidad crítica para con nosotros mismos, la conclusión es más que satisfactoria para todos los que hemos seguido las aventuras de estos dos perretes a través de más de 240 páginas.
¡Deseando estoy de ver qué es lo nuevo que nos prepara este artista!
La lectura enriquece el alma,
Pau finaliza su Atlas & Axis como solo él podría haber pensado y, si bien algunas tramas secundarias quedan cerradas de un modo un tanto brusco y otras tan solo se exponen con una más que evidente finalidad crítica para con nosotros mismos, la conclusión es más que satisfactoria para todos los que hemos seguido las aventuras de estos dos perretes a través de más de 240 páginas.
¡Deseando estoy de ver qué es lo nuevo que nos prepara este artista!
La lectura enriquece el alma,