¡Qué ganas tenía de que llegara este momento!
El Tercer Testamento ya me deslumbró en su día, y cuando descubrí que habían hecho una precuela, recuerdo haberlo flipado mucho. Sin embargo, cual sería mi chasco cuando vi que esta precuela, de nombre Julius, había quedado inconclusa en nuestro país con tan solo un álbum publicado...
¡Menos mal que aquí está Yermo, "el salvador" -este adjetivo viene que ni pintado en esta reseña-!
Bueno, bueno... ya casi todos sabréis que yo no soy de los que lleva leyendo cómics desde que era chico; es más, de pequeño tenía algunos álbumes de Tintín, Asterix y Obelix, Spiderman y Mortadelo y Filemón. El primero me gustaba, sobre todo los dibujos, pero en cuanto descubrí la serie de televisión dejé de leerla, de la pareja de galos solo veía los dibujos porque no me llegaba el humor -luego descubrí el videojuego de la Megadrive y también les dije adiós-, Spiderman nunca me gustó mucho y Mortadelo y Filemón... bueno, sencillamente, no podía con ellos.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a que la saga "madre" de este título, El Tercer Testamento, obra de Xavier Dorison y Alex Alice, fue uno de los grandes recuerdos de mis primerísimos años de coleccionismo. Ha llovido mucho desde entonces -ahora creo que las estanterías cuentan con más de 800 cómics- pero el recuerdo que guardo de esa saga me ha hecho tenerla a día de hoy en mi Top 5 absoluto, junto a... ¡No!, eso sería contenido suficiente para otra entrada y, sinceramente, me gusta dejaros con la intriga -jé-.
En esta reseña me interesa dejar claras cuatro cosas:
1. La sinopsis
El Tercer Testamento es el libro definitivo de la palabra de Dios. Las leyendas medievales que hablan de este manuscrito mencionan siempre el nombre de un profeta olvidado, Julius de Samaria, cuya historia se había perdido en las brumas de los tiempos... hasta ahora.
Si tras esto no se te cae el alma a los pies y no sientes la necesidad irrefrenable de hacerte con él como sea, es que esta historia no es para ti. Eso sí, si lo sientes, no dudes ni un segundo: esto es justamento lo que esperas, y no, no estás preparado.
2. Estamos ante uno de los mejores de Yermo hasta el momento.
Y ojo, no digo lo mejor porque quedaría feo hacerlo sin conocer la conclusión de la historia. El Tercer Testamento. Julius es una saga que, junto con su hermana mayor, marcan un hito en este noveno arte. ¡Papel de oro!
3. Los artistas, que juegan en otra liga.
Lo dicho. No será la primera vez que me oís hablar maravillas de Alex Alice o Xavier Dorison, pero es que sus "relevos" en esta saga, Robin Recht y Thimothée Montaigne, lo hacen de maravilla. Una aventura cargada de épica, misterio y grandeza. Todo lo que la supuesta llegada de un Mesías necesita.
4. Precuela, como dice su nombre, no quiere decir que necesites saber qué pasaba en El Tercer Testamento.
Solo quería hacer énfasis en este punto, porque he visto a gente pasar de largo de este tomo porque pensaba que, al no haber leído la saga madre, se estaría perdiendo detalles como al protagonista de pequeño, por ejemplo. No, nada más alejado de la realidad. No es que puedas leer esta historia sin ningún pero, es que DEBES HACERLO.
Que equivocarse es humano es un hecho, pero pasar este cómic de largo... para eso tendríamos que inventar otra palabra. Por cierto, y ya de paso, sin no lo tienes, busca El Tercer Testamento -la saga original, que publicó Glenat/EDT por aquí- y hazte también con él. Si no la encuentras, yo no me preocuparía mucho; seguro que Yermo nos la trae de nuevo tarde o temprano.
La lectura enriquece el alma,