En el olimpo de los autores canadienses están sin duda alguna estos tres amigos: Chester Brown, Seth y Joe Matt dentro de una escena más o menos alternativa. En la escena “para todos los públicos”, el más conocido en España es seguramente Guy Deslise con una presencia muy notable en el catálogo de Astiberri. Nuestro artista de hoy, Michel Rabagliatti, sin hacer mucho ruido tiene obra en dos editoriales diferentes. Hoy vamos a reseñar “Paul va a trabajar este verano”, que ha editado con el mimo que le caracteriza “Fulgencio Pimentel”, que cuenta con otro título del autor, pero Astiberri tiene en su haber 5 tomos de las peripecias de Paul, así que animo a todos los lectores a bucear en ambos catálogos que son de lo mejorcito del panorama nacional.
Todas sus obras son autobiográficas mediante el uso de un alter ego que responde al nombre de Paul y del que conocemos en diferentes entregas, todo aquello que el autor considera digno de ser contado.
En el presente álbum, uno de los más interesantes entre los degustados, Paul es un adolescente cabreado al que “invitan” a abandonar los estudios y que no sabe muy bien a quien echar la culpa de todos sus infortunios. El chaval encuentra un trabajo monótono y febril en una imprenta y es rescatado por un colega para ejercer de monitor en un campamento que dura todo el verano. Como buen adolescente, en sus 16-17 años cree que sabe mucho de la vida pero es un pardillo al que el autor pone en su sitio con buenas dosis de humor y cariño. Lo describe como un tipo desgarbado prácticamente cejijunto que dibuja bien pero que no parece tener grandes esperanzas ni mas cualidades destacables. El largo campamento le va a servir de aprendizaje forzoso pues le toca lidiar con niños versus “problemas”, con la naturaleza imprevisible y aprender a convivir con los demás monitores. Y sin darnos cuenta, diría que de forma sencilla pero magistral y ágil, el autor nos revela poco a poco la evolución de Paul, su papel en el grupo, la importancia del respeto y disfrute de la naturaleza y de saber empatizar con los demás.
En el presente álbum, uno de los más interesantes entre los degustados, Paul es un adolescente cabreado al que “invitan” a abandonar los estudios y que no sabe muy bien a quien echar la culpa de todos sus infortunios. El chaval encuentra un trabajo monótono y febril en una imprenta y es rescatado por un colega para ejercer de monitor en un campamento que dura todo el verano. Como buen adolescente, en sus 16-17 años cree que sabe mucho de la vida pero es un pardillo al que el autor pone en su sitio con buenas dosis de humor y cariño. Lo describe como un tipo desgarbado prácticamente cejijunto que dibuja bien pero que no parece tener grandes esperanzas ni mas cualidades destacables. El largo campamento le va a servir de aprendizaje forzoso pues le toca lidiar con niños versus “problemas”, con la naturaleza imprevisible y aprender a convivir con los demás monitores. Y sin darnos cuenta, diría que de forma sencilla pero magistral y ágil, el autor nos revela poco a poco la evolución de Paul, su papel en el grupo, la importancia del respeto y disfrute de la naturaleza y de saber empatizar con los demás.
Destaca la delicadeza con que nos presenta su enamoramiento y primeros encuentros o la belleza de los bosques y montañas de una Canadá insondable, especialmente en las viñetas de noche o con lluvia en pleno bosque. Para ello, utiliza un tono ligero pero con cargas de profundidad en los momentos precisos, siempre desde la ironía y el humor. Tiene un estilo de dibujo de linea clara que me recuerda mucho a autores como Dupuy y Berberian y a grandes nombres como Chaland o Franquin, todos ellos de origen franco-belga. No utiliza el color ni falta que le hace pues se basta y sobra con el blanco y negro para contarnos lo que quiere y como quiere con una soltura de recursos gráficos envidiable.
Este tomo tiene una relación muy especial con “Paul en los Scouts”, de la editorial Astiberri que nos revela también lecciones esenciales, en este caso, de un Paul-niño que aprende a sobrevivir y disfrutar con momentos especialmente duros que le van a marcar de por vida.
Desde aquí mi mas sincera invitación a explorar el mundo de Paul que es el de cualquiera de nosotros y sus particulares vivencias, contadas con la sencillez y pulcritud de los grandes narradores de historias.
