2007. Ese fue el año en que Planeta publicaba este álbum de Cosey. Por aquel entonces, Cosey ya gozaba de gran fama gracias a su Jonathan, entre otros casos, pero este trabajo le valió varios premios por Europa, lo que seguramente lo consagrara aún más como uno de los grandes artistas de la bd francobelga.
Y la cuestión es, ¿merece la fama que tiene y, sobre todo, merece el título que tiene?
Acercarse a este tipo de obras siempre es algo más complejo. Por un lado, tenemos a su autor, un personaje más que renombrado en el medio, y por otro, tenemos al propio cómic, el cual tiene una cierta fama a sus espaldas y una crítica en cierto modo unánime sobre su calidad.
En busca de Peter Pan es un cómic que Cosey firmaba en el año 1994 en el país vecino, y que no sería hasta 13 años más tarde cuando llegara a nuestras librerías. Uno sabe, entre otras cosas, que se encuentra con un álbum europeo de Planeta de hace años cuando lo ve firmado como Planeta deAgostini y tiene un precio de 11'95 euros, a color y con más de 120 páginas, algo totalmente impensable hoy día. De hecho, si estuviéramos hablando de un cómic que se publica ahora, me costaría creer que su precio fuera menos de 20 o 24 euros, pero bueno, lejos del dato meramente anecdótico, no estamos aquí para hablar de dinero, ¿no?
Este cómic es uno de esos en los que se nota cómo cambian las cosas con el paso de los años. La narrativa visual y el propio desarrollo de la trama, incluso el inicio del álbum, directamente al grano, es algo que actualmente se ve de otro modo. El trazo del artista, el uso de las sombras a base de borrones y rayajos -sin ninguna intención despectiva- y unas composiciones de página con el sello de la "vieja escuela" definen y hablan por sí solas del tesoro que tienes entre las manos, historia del cómic moderno.
La trama del cómic no deja de ser un viaje interior del protagonista, que podríamos llamar. Melvin Woodworth, escritor inglés con cierta fama, se adentra en los Alpes suizos en busca de tranquilidad e inspiración para su nueva obra, lejos de agobios, las apariencias y las rutinas de la gran ciudad. Allí, perdido en un pequeñísimo pueblo de las montañas amenazado por un glaciar, Melvin se "abandonará" a todo lo que le sugiere ese lugar idílico y a las costumbres y tradiciones locales; poco a poco, esa obsesión de su editor por cumplir los plazos estipulados para con la entrega de la obra se verán relegados a un segundo plano, en pos de, cómo no, la libertad que da sentirse de nuevo un niño explorador sin nadie que te recuerde qué debes o no debes hacer, o cuándo es la hora de cenar.
Es una bella historia de Cosey, la verdad. Tal vez haya echado un falta ahondar un poco más si cabe en ese corazón de la naturaleza y respirar durante unas páginas más la libertad de vivir en un pueblecito perdido de la mano de Dios, pero indudablemente es un cómic que llevarte en tus próximas vacaciones a una casa rural, en donde su lectura te dejará una pequeña huella marcada.
La lectura enriquece el alma,
En busca de Peter Pan es un cómic que Cosey firmaba en el año 1994 en el país vecino, y que no sería hasta 13 años más tarde cuando llegara a nuestras librerías. Uno sabe, entre otras cosas, que se encuentra con un álbum europeo de Planeta de hace años cuando lo ve firmado como Planeta deAgostini y tiene un precio de 11'95 euros, a color y con más de 120 páginas, algo totalmente impensable hoy día. De hecho, si estuviéramos hablando de un cómic que se publica ahora, me costaría creer que su precio fuera menos de 20 o 24 euros, pero bueno, lejos del dato meramente anecdótico, no estamos aquí para hablar de dinero, ¿no?
Este cómic es uno de esos en los que se nota cómo cambian las cosas con el paso de los años. La narrativa visual y el propio desarrollo de la trama, incluso el inicio del álbum, directamente al grano, es algo que actualmente se ve de otro modo. El trazo del artista, el uso de las sombras a base de borrones y rayajos -sin ninguna intención despectiva- y unas composiciones de página con el sello de la "vieja escuela" definen y hablan por sí solas del tesoro que tienes entre las manos, historia del cómic moderno.
La trama del cómic no deja de ser un viaje interior del protagonista, que podríamos llamar. Melvin Woodworth, escritor inglés con cierta fama, se adentra en los Alpes suizos en busca de tranquilidad e inspiración para su nueva obra, lejos de agobios, las apariencias y las rutinas de la gran ciudad. Allí, perdido en un pequeñísimo pueblo de las montañas amenazado por un glaciar, Melvin se "abandonará" a todo lo que le sugiere ese lugar idílico y a las costumbres y tradiciones locales; poco a poco, esa obsesión de su editor por cumplir los plazos estipulados para con la entrega de la obra se verán relegados a un segundo plano, en pos de, cómo no, la libertad que da sentirse de nuevo un niño explorador sin nadie que te recuerde qué debes o no debes hacer, o cuándo es la hora de cenar.
Es una bella historia de Cosey, la verdad. Tal vez haya echado un falta ahondar un poco más si cabe en ese corazón de la naturaleza y respirar durante unas páginas más la libertad de vivir en un pueblecito perdido de la mano de Dios, pero indudablemente es un cómic que llevarte en tus próximas vacaciones a una casa rural, en donde su lectura te dejará una pequeña huella marcada.
La lectura enriquece el alma,
