El mundo está sumido en el más absoluto caos. Cientos de miles han muerto ya bajo extrañas circunstancias, otros han visto reaparecer leyendas y estructuras hundidas y solo unos pocos, como era de suponer, han conocido y ocultado la verdad hasta hacerse innegable, pero...
Esto no ha sido más que un aviso. ¡Hoy es el día 13!
¡Qué ganas tenía de que llegara este momento! Tras un primer integral cargado de interesantes sucesos y rocambolescas teorías -a cada cual más interesante también- y un segundo tomo de infarto, asistimos a la conclusión de tan apoteósica saga; para mi gusto, la obra cumbre de Christophe Bec de lo que llevamos por nuestras tierras, al margen de ser, con mucha diferencia, la más extensa.
Creo que no somos conscientes de un tema al que quiero dedicar al menos unas palabras. En cuestión de un año, Yermo Ediciones ha publicado los tres integrales que conforman esta aventura, una aventura compuesta por 13 álbumes. ¿Te has parado a pensar cuánto tendríamos que haber esperado para poder leerla al completo de haberse publicado número por número? Incluso hoy día la mayoría de sagas de esta índole, pese a publicarse en formato integral, se extienden en el tiempo un mínimo de dos años y medio. Creo que este punto ha hecho de la lectura un verdadero gustazo, y es todo un lujo haberlo podido disfrutar así. ¡Gracias, Yermo!
Dicho esto, la cortísima espera también ha corrido a favor de esta aventura que nos presentaba Bec en compañía del artista principal Stefano Raffaele y un buen elenco de dibujantes invitados, que han sabido caminar todos a una, respetando el trazo y estilo narrativo de los padres fundadores de tan ambiciosa obra. Y digo que ha corrido a su favor porque tamaña saga, tanto por su extensión como por la naturaleza de su trama, que exigía tener no uno, sino muchos focos de atención a lo largo de todo el planeta, ha contado con casi una veintena de personajes con cierto peso, y recordar los antecedentes y motivaciones de cada uno de ellos se hubiera tornado de inevitable relectura de no ser por esta rápida consecución de integrales.
El tercer volumen de Prometeo nos reserva todo lo que cabía esperar tras su predecesor, un apocalipsis alienígena en toda regla. La humanidad está condenada, corrompida por sus ansias de poder y su narcisismo y lo único que queda por hacer es admitirlo, admitir que somos un fraude, un error, un fracaso, y que no tenemos remedio. Nuestros verdugos no han de tener piedad, como nosotros no la tendríamos con ellos.
Ahora solo queda pensar... ¿hay sitio para una segunda oportunidad? ¿hay lugar para un día 14?
Estas ante una de las mejores aventuras de Yermo Ediciones en lo que lleva de vida. Disfrútala.
La lectura enriquece el alma,
Creo que no somos conscientes de un tema al que quiero dedicar al menos unas palabras. En cuestión de un año, Yermo Ediciones ha publicado los tres integrales que conforman esta aventura, una aventura compuesta por 13 álbumes. ¿Te has parado a pensar cuánto tendríamos que haber esperado para poder leerla al completo de haberse publicado número por número? Incluso hoy día la mayoría de sagas de esta índole, pese a publicarse en formato integral, se extienden en el tiempo un mínimo de dos años y medio. Creo que este punto ha hecho de la lectura un verdadero gustazo, y es todo un lujo haberlo podido disfrutar así. ¡Gracias, Yermo!
Dicho esto, la cortísima espera también ha corrido a favor de esta aventura que nos presentaba Bec en compañía del artista principal Stefano Raffaele y un buen elenco de dibujantes invitados, que han sabido caminar todos a una, respetando el trazo y estilo narrativo de los padres fundadores de tan ambiciosa obra. Y digo que ha corrido a su favor porque tamaña saga, tanto por su extensión como por la naturaleza de su trama, que exigía tener no uno, sino muchos focos de atención a lo largo de todo el planeta, ha contado con casi una veintena de personajes con cierto peso, y recordar los antecedentes y motivaciones de cada uno de ellos se hubiera tornado de inevitable relectura de no ser por esta rápida consecución de integrales.
El tercer volumen de Prometeo nos reserva todo lo que cabía esperar tras su predecesor, un apocalipsis alienígena en toda regla. La humanidad está condenada, corrompida por sus ansias de poder y su narcisismo y lo único que queda por hacer es admitirlo, admitir que somos un fraude, un error, un fracaso, y que no tenemos remedio. Nuestros verdugos no han de tener piedad, como nosotros no la tendríamos con ellos.
Ahora solo queda pensar... ¿hay sitio para una segunda oportunidad? ¿hay lugar para un día 14?
Estas ante una de las mejores aventuras de Yermo Ediciones en lo que lleva de vida. Disfrútala.
La lectura enriquece el alma,
