La línea que lanzó Dolmen Editorial hace unos años, Al límite, y que tuve el gusto de anunciar en primicia aquí, debutó en las librerías con este cómic, Una historia sin héroes.
Esta nueva colección prometía una línea clara clásica y realista, acción por los cuatro costados y un eje principal: la romántica AVENTURA.
¿Fue esta obra de Jean Van Hamme y Dany una meritoria adalid?
Jean Van Hamme es otro de esos guionistas belgas que casi todo lector de cómic europeo conoce o, al menos, ha leído/escuchado alguna vez: Sus más que míticas Thorgal, Largo Winch o XIII, su participación en Blake & Mortimer, y otras sagas de necesaria mención, como Lady S, Wayne Shelton o El gran poder del Chninkel. Lo que viene siendo un guionista versado y curtido, que ha demostrado su destreza a la hora de elaborar tramas con la aventura y el thriller como ingredientes primordiales. Y lo más importante: un SEGURO a la hora de invertir en este -cultural- vicio.
Este cómic que reseño hoy recopila los dos álbumes en los que se dividió esta saga, aunque en este caso, hablar de "división" es algo más que relativo. Teniendo en cuenta que entre uno -Una historia sin héroes- y otro -Veinte años después- pasaron exactamente eso, ¡20 años!
Antes de continuar con la reseña, creo que es necesario aclarar este punto: Jean Van Hamme y Dany hablaron de retomar los personajes y la historia que nos habían narrado en Una historia sin héroes, pese a que esta había quedado cerrada. Tras un pequeño debate, ambos vieron que aún tenían cosas por contar sobre aquellos desgraciados que se estrellaron en la inmensidad de la selva amazónica. Si en una primera parte -Una historia sin héroes- la aventura y supervivencia fueron los indiscutibles protagonistas, en esta segunda -Veinte años después-, lo sería el thriller. Una forma perfecta de comprobar la evolución de ambos artistas, si lo piensas.
Uno que conozca esta historia, lo primero que podría hacer sería desconfiar, pienso yo. ¿Una "segunda parte", después de tantos años? Sin embargo, recuerdas lo que te he dicho que significa la firma de Jean Van Hamme, ¿verdad?
¡Alto! Antes de seguir, la sinopsis:
Aparentemente no hay supervivientes en el accidente del vuelo Corair 512, en plena selva amazónica, pero catorce pasajeros y dos miembros de la tripulación han salido ilesos y están dispuestos a hacer lo que sea para escapar de las trampas que les tienda ese infierno verde y así volver al mundo civilizado. A pesar de sus diferencias y del miedo, esos hombres y mujeres normales y corrientes se unirán a las filas de los héroes… o de los traidores.
Este cómic, brillantemente ilustrado por la línea clara y realista de Dany (Arlequín, Las guerreras de Troy), es todo una oda a la aventura más clásica, las teorías conspiratorias y las tramas bien hiladas, algo realmente complicado si volvemos a tener en cuenta la diferencia entre un álbum y el otro.
Algo que me maravilla de Van Hamme: la facilidad que tiene para hilvanar tramas y personajes sin que parezcan aburridas casualidades y caprichos del destino.
Algo que me maravilla de Van Hamme: la facilidad que tiene para hilvanar tramas y personajes sin que parezcan aburridas casualidades y caprichos del destino.
El guionista belga sabe darle profundidad y carisma a cada personaje. Si bien, en el primer álbum, los autores nos los definen por sus actos y maneras de afrontar una situación límite, como es la supervivencia en una selva primigenia, en el segundo tomo, es a través del enfrentamiento con el tiempo como se nos crea esa conexión entre los supervivientes y sus circunstancias, entremezclando un auténtico thriller persecutorio que nos hará vivir las últimas páginas como si fueran las nuestras.
Una historia sin héroes / Veinte años después es todo una lección o, mejor dicho, una excepción; excepción a aquella regla que -injustamente- reza: Las segundas partes nunca fueron buenas.
La lectura enriquece el alma,
Una historia sin héroes / Veinte años después es todo una lección o, mejor dicho, una excepción; excepción a aquella regla que -injustamente- reza: Las segundas partes nunca fueron buenas.
La lectura enriquece el alma,
Dani S.