Japón, en la actualidad.
Con el fin de protegerlo de un final de sobra conocido, el abuelo de Yoshi lo confía a un amigo y maestro tatuador, que lo saque de las bandas callejeras y le enseñe un oficio ancestral con el que ganarse la vida.
Sin embargo, algunos clientes del maestro tatuador resultarán ser más peligrosos que cualquier banda callejera...
Esto va de la Yakuza.
José Robledo y Marcial Toledano ya me sorprendieron con su trilogía Ken Games, en la que llevaban la máxima de "Las apariencias engañan" a un desconocido nivel. Allí la VERDAD cobraba una nueva dimensión, cada protagonista basaba su vida en una mentira y, aún así, todos se esforzaban por aparentar ser aburridamente "normales". Pero bueno, no estamos aquí para hablar de Ken Games, de la que tienes la reseña AQUÍ mismo, sino para hablar de la última trilogía de esta pareja de artistas, Tebori.
Yoshi, nuestro protagonista, progresa a marchas forzadas en el estudio de tatuaje de su maestro, haciéndose un especialista en la técnica del tebori, una típicamente japonesa y manual, en la que no interviene máquina alguna.
Como si se tratara de un ritual, tanto para el tatuador como para el tatuado, el dominio del tebori es algo reservado tan solo a los siete grandes Horiyoshi. Pero cuando el maestro de Yoshi -el séptimo Horiyoshi- sufre un desgraciado "accidente", es el chico el que debe tomar su relevo y su agenda de clientes, todos ellos yakuzas.
A partir de aquí, Robledo y Toledano van tejiendo una trama negra, donde el significado del tatuaje cobra un gran sentido y sirve de hilo conductor a una historia con un punto místico, que busca así distanciarse del género noir clásico. Punto místico, de hecho, que los artistas acrecentan al añadir parte del imaginario de la mitología japonesa, encabezada por los yokai -criaturas o demonios del folclore japonés-.
¿Resultado? Una trilogía de cómics realmente entretenida, al nivel de su predecesora, con un apartado gráfico de alto nivel y un buen par de sorpresas. Sin ser espectacular, una grandísima historia con un final de infarto.
La lectura enriquece el alma,
¿Resultado? Una trilogía de cómics realmente entretenida, al nivel de su predecesora, con un apartado gráfico de alto nivel y un buen par de sorpresas. Sin ser espectacular, una grandísima historia con un final de infarto.
La lectura enriquece el alma,
Dani S.