Premio Nacional del Cómic en 2009, Las serpientes ciegas nos lleva por una historia de revoluciones, ideales y cuentas pendientes.
Estamos en el años 1939. Mientras los republicanos en España se convierten en los vencidos en la Guerra Civil española, Europa se prepara para su II Guerra Mundial. Pero todo esto es solo un marco...
Un marco para saldar deudas personales.
Podría decirse que la pareja formada por Felipe Hernández Cava y Bartolomé Seguí (Hágase el caos, Las oscuras manos del olvido) dio el bombazo con esta historia, allá por 2008. No solo se llevaron el aplauso de la crítica, sino que lograron hacerse con el Premio Nacional del Cómic del Ministerio de Cultura. Y es que Las serpientes ciegas bien lo merece.
Hay historias que uno sabe si van a ser buenas solo con leer el principio. Y es que cuando se capta la atención del lector con la primera escena, el sentido del buen gusto se hace notar y los personajes aparecen definidos con precisión, la batalla ya está ganada. Pero para ganar la guerra, habrá que atender al transcurso de la historia: que no pierda fuelle, que el ritmo sea el justo para mantener la llama encendida aún cuando se nos van mostrando las cartas y que la narrativa gráfica empaste a la perfección con lo que estamos leyendo. Solo entonces se gana la guerra, pero claro... hay muchas clases de vencedores -y de vencidos, por supuesto-.
Las serpientes ciegas pertenece, sin duda, al bando de los victoriosos, y lo es sin tener que rendir cuentas por las decisiones que la han llevado hasta ahí. La historia, los personajes, el trasfondo histórico, la intriga y el suspense, el apartado gráfico... Me ha parecido un cómic redondo, la verdad.
Una lectura negra adictiva, original y muy, pero que muy bien planteada. Con un desarrollo que nos lleva en un baile de hechos y sucesos entre Nueva York y España de 1937-39 y con un final de diez.
A continuación, te dejo con su sinopsis:
Nueva York. 1939.
Alguien acaba de llegar a la ciudad siguiendo la pista de un hombre, Ben Koch, que incumplió un pacto.
Pero Ben anda embarcado también en una búsqueda frenética, la de un individuo llamado Curtis Rusciano.
Lejos de allí, en España, la Guerra Civil está ya perdida para los republicanos, que se ven impotentes para prolongarla hasta que estalle una conflaración europea que modificará el mundo.
Sin embargo, todo el universo de nuestros protagonistas se halla presidido por la urgencia en ajustar, durante estos días de sofocante verano, sus cuentas personales.
Todo lo que se le puede pedir a un cómic está aquí, en Las serpientes ciegas, un álbum que publicó Asociación BD Banda hace ya diez años y que este diciembre rescatará Norma Editorial bajo su sello. Una buenísima noticia para todos los que se lo perdieron. Y una magnífica oportunidad para, hoy más que nunca, "saldar cuentas pendientes".
La lectura enriquece el alma,
Dani S.