Lone Sloane, todo un clásico de la Ciencia Ficción francobelga.
Fundador del mítico grupo Les Humanoïdes Associés, junto a Moebius, Jean Pierre-Dionet y Bernard Farkas, Philippe Druillet traspasó las fronteras del medio con su héroe planetario Lone Sloane.
Esta es mi reseña del material que ha llegado a nuestro país: Los seis viajes de Lone Sloane y la primera parte de Delirius, con sendas portadas brillantes y bien plateadas.
Antes de crear Les Humanoïdes Associés, Philippe Druillet ya había manifestado su gusto por la ciencia ficción y la fantasía, creando a su héroe para la editorial Le Terrain Vague en 1966, y continuando sus primeras aventuras en la revista Pilote, a lo largo de 1970 y 1972.
Ese trabajo no pasó desapercibido para apenas nadie del medio. Artistas ya consagradísimos, como Goscinny o Hergé, se deshicieron en halagos con el artista tras ver su trabajo en los álbumes Le mystère des abîmes y Los seis viajes de Lone Sloane. Y un todavía Jean Giraud vio en sus viñetas el reflejo de lo que él quería hacer. La chispa que prendió la mecha y le inspiró a ir a por ello: romper con el encorsetamiento del Teniente Blueberry y el western y liberar su afán de experimentación con el medio.
Y es que Lone Sloane, con sus viñetas psicodélicas, su prosa elevada y sus incontables universos y galaxias rocambolescas, resultaron ser un soplo no, un VIENTO HURACANADO Y ENSORDECEDOR que removió los cimientos de la ciencia ficción en el noveno arte, unos años antes de que llegara Moebius y Jodorowsky para terminar de sacudirlos.
Los seis viajes de Lone Sloane, el primer álbum que publicó la desaparecida EDT por estos lares en 2013, es un compendio de historias cortas -seis, como su nombre indica- y un festival de splash pages para el recuerdo, en el que el concepto de arte prima sobre la trama en sí. Es casi una exhibición de ilustraciones, a cada cual más desafiante con nuestro intelecto. Una explosión de creatividad, acompañadas por una narrativa solemne. Como curiosidad, decirte que Rod Stewart utilizó algunas de las imágenes de este álbum para su disco Grail.
Por su parte, Delirius (2013) es la primera parte -de dos- de una aventura en la que los guiones descansaron en manos de Jacques Lob, dándole mayor cuerpo a la historia y convirtiéndola en una aventura más accesible, abandonando gran parte de esa prosa oscura, pero con un igualmente apartado gráfico apabullante. Por desgracia, las andanzas de EDT como editorial no llegarían mucho más allá, dejando no solo inacabada esta aventura del héroe rebelde de ojos rojos, sino el resto de números -7- que componen Lone Sloane.
Solo nos queda la esperanza de que alguna editorial se interese por esta saga que forma parte de la historia de la ciencia ficción europea, y por un autor, Philippe Druillet, que no solo sirvió de inspiración a otros de grandísima altura, como el mentado Moebius, sino que fue uno de los fundadores de la mitiquísima revista Métal Hurlant.
La lectura enriquece el alma,
Dani S.