¡Nuestras últimas entradas!

lunes, 22 de octubre de 2018

CORTOMALTÉS. EQUATORIA, UN COMIC DE CANALES Y PELLEJERO QUE NOS TRAE NORMA EDITORIAL

Tras Bajo el sol de medianoche (reseñado AQUÍ), ya era hora de que volvieran a pasar por aquí las alargadas piernas, con sus pantalones de campana, del marino y aventurero más famoso de todo el Mediterráneo.

Me refiero por supuesto, a Cortomaltés, y este resurgimiento que está viviendo el personaje de Hugo Pratt de manos de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero.

¡Reseño Equatoria!



Recuerdo cuando, hace poco más de dos años, Juan Díaz Canales (Blacksad, Como viaja el agua) y Rubén Pellejero (Dieter Lumpen -reseñado AQUÍ-, Un poco de humo azul -reseñado AQUÍ-) anunciaron esta nueva etapa que unía sus destinos al del mítico personaje. Sin más aspiraciones que las del que alaba el espíritu aventurero al que dio vida Hugo Pratt, bastó leer Bajo el sol de medianoche -la primera aventura de esta nueva pareja- para darse cuenta que estábamos ante un sincero y respetuoso homenaje.

Y he de decir que, si aquel me gustó, este Equatoria me ha entusiasmado. No es ningún secreto que soy un amante de la aventura y, cuando a esta se la adereza con unos toques místicos o mitológicos, directamente mi interés se desborda y mis ojos me trasladan al interior de esas viñetas. Pero es que cuando, además, los autores firman una historia que mantiene la intriga y le da a cada personaje su espacio, no tengo más que caer rendido a la evidencia de la joya que tengo delante.


Equatoria es, CASI, un reflejo perfecto de ese sentimiento. Tiene aventura, personajes interesantes -con permiso del omnipresente Cortomaltés, por supuesto-, viajes por variopintos y exóticos lugares, una atractiva mezcla de historia y leyenda y un buen componente de acción. ¿Y dónde está el "casi", entonces? Pues en que el final, como suele ocurrir en inmensidad de este tipo de lecturas, no está a la altura del viaje que nos ofrecen Canales y Pellejero.

Aunque claro, tal vez lo peor del final sea precisamente eso...
Que es el final.
La lectura enriquece el alma,

Dani S.