Miami, Florida.
Los años de la mafia, del boom inmobiliario, de las estafas, de los fajos de dinero, de los cadáveres ocultos en bloques de hormigón y de las lanchas introduciendo en América alcohol y droga a espuertas.
Son años turbios. Años difíciles en los que todos quieren un trozo de pastel, pero solo unos pocos los reparten como gustan. O entras en el juego, o vives día a día rezando por no cruzarte con la persona equivocada.
Pero Tyler Cross pasa de todo eso. Él solo quiere el dinero que su -estúpido- abogado ha invertido en uno de esos turbios proyectos inmobiliarios. Da igual contra quien tenga que enfrentarse, hasta dónde tenga que llegar o a quién tenga que acribillar. Él es Tyler Cross, y no acostumbra a pedir las cosas por favor.
Con Tyler Cross 3. Miami, vuelve a las andadas esta grandísima pareja de artistas formada por Fabien Nury (El oro y la sangre, Silas Corey, La muerte de Stalin) y Brüno (Nemo, Atar Gull). Tras Río Bravo y Angola, nuestro protagonista viaja a Miami, una ciudad donde la mafia campa a sus anchas.
El tono que nos ofrece aquí Nury es muy distinto al que venimos observando en los anteriores números. Frases cortas. Una voz en off con bastante más peso. Mayores reflexiones interiores. En definitiva, un lenguaje absolutamente acorde al ambiente que los autores tratan de transmitirnos y que te he descrito más arriba; uno muy cinematográfico. Sin embargo, el mayor enemigo de este Tyler Cross. Miami es, precisamente, él mismo. O mejor dicho, sus dos hermanos mayores, Río Bravo y Angola.
De no ser por la existencia de esos álbumes, estaríamos ante un cómic sin apenas peros. Una historia de mafia y venganza redonda, con todos los ingredientes -o casi- que una buena trama de estas características ha de tener. Con un apartado gráfico realmente expresivo, donde el juego entre luces y sombras juega un papel primordial. Sin embargo, es tras haber sido testigos del nivel que alcanza esta pareja creativa, que este tercer número de Tyler Cross se me ha quedado un tanto corto. No me malinterpretes: el cómic es magnífico, pero la aventura que nos relata es menos "fresca". Todo parece ya como leído o visto anteriormente. Y no se trata de un problema intrínseco a la inmensa cantidad de filmes y/o libros que tratan el género de la mafia, puesto que recordemos que en Río bravo era el género de spaghetti western el primordial, y en Angola el drama carcelario, ambos también ya muy vistos y que, sin embargo, tanto me maravillaron.
Por tanto, este cómic Tyler Cross. Miami, continúa las aventuras de nuestro carismático y oscuro personaje y, aunque el conjunto no llega a brillar tanto como para deslumbrar, no deja de ser una magnífica noticia el volver a verlo en las estanterías de novedades de las librerías, y no lo es menos el hecho de que Fabien Nury ha confirmado estar ya trabajando en el cuarto número de la saga.
La lectura enriquece el alma,
Por tanto, este cómic Tyler Cross. Miami, continúa las aventuras de nuestro carismático y oscuro personaje y, aunque el conjunto no llega a brillar tanto como para deslumbrar, no deja de ser una magnífica noticia el volver a verlo en las estanterías de novedades de las librerías, y no lo es menos el hecho de que Fabien Nury ha confirmado estar ya trabajando en el cuarto número de la saga.
Dani S.
